Colombia 0-0 Perú: Un Empate que Duele y Preocupa en Barranquilla
Hermano, qué manera de sufrir este jueves en el Metropolitano. Si algo nos ha enseñado el fútbol es que no siempre se gana con buenas intenciones, y este Colombia 0-0 Perú por la fecha 15 de las Eliminatorias fue la prueba viviente de que el fútbol a veces es cruel hasta con los que juegan en casa.
Vamos a hablar claro desde el inicio: este empate sin goles no fue solo un resultado deportivo, fue una cachetada de realidad para todos los que creíamos que la Selección Colombia tenía el boleto al Mundial 2026 casi asegurado. Después de este partido, los cafeteros llegaron a 21 puntos y, aunque siguen en zona de clasificación, la cosa se puso más apretada de lo que cualquiera hubiera imaginado hace unos meses.
El Contexto: Más Presión de la Esperada
Cuando arrancó este partido en Barranquilla, todos esperábamos que la Tricolor aprovechara el factor casa para sumar de a tres y darle un respiro a Néstor Lorenzo, quien venía acumulando críticas por los últimos resultados. Pero la realidad es que Colombia llegaba a este duelo sin saber lo que era ganar desde hace rato, y eso se notó desde el primer silbatazo.
Los 'cafeteros', con 21 puntos, no saben lo que es ganar hace seis partidos y su clasificación mundialista podría complicarse, y esa racha sin victorias se siguió extendiendo contra un Perú que, aunque está en el penúltimo lugar de la tabla, llegó a Barranquilla con una actitud que muchos no esperaban.
La presión era evidente. Lorenzo sabía que necesitaba una victoria para calmar los ánimos y para mantener esa distancia cómoda con los equipos que luchan por el repechaje. Pero el fútbol tiene esas cosas raras donde lo que más necesitas es lo que menos aparece.
Lo Que Vimos en Cancha: Fútbol para el Olvido
Seamos honestos: este fue uno de esos partidos que uno prefiere no recordar. Colombia salió con la intención de atacar, con James Rodríguez manejando los hilos desde la mitad de cancha y Jhon Durán buscando esos espacios que tanto le gustan, pero la cosa nunca fluyó como esperábamos.
El problema no fue solo la falta de gol, sino la falta de ideas. La Selección parecía un equipo que sabía lo que no quería hacer, pero no tenía muy claro qué era lo que sí quería. Los laterales subían, pero sin convicción. Los volantes tocaban, pero sin profundidad. Los delanteros se movían, pero sin esa química que necesitas para desarmar defensas cerradas.
Y hablando de defensas cerradas, hay que reconocerle a Perú que vino con una estrategia clara: aguantar, cerrar espacios y esperar su momento. La 'blanquirroja' realizó una gran trabajo defensivo y hasta tuvo la más clara del encuentro con una acción de Edison Flores. Esa fue la paradoja del partido: el equipo visitante, que está peleando por no quedarse último, tuvo la oportunidad más clara para llevarse los tres puntos.
Los Nombres Propios: Cuando las Figuras no Aparecen
En partidos como estos, uno espera que aparezcan las figuras, que James haga de las suyas o que Durán defina como sabemos que puede hacerlo. Pero la realidad es que las estrellas colombianas se vieron opacadas por la presión y por un Perú que defendió con orden y disciplina.
James Rodríguez, que debería ser el cerebro de este equipo, se vio muy lejos de su mejor versión. Sus pases no tuvieron esa precisión que lo caracteriza, y cuando tuvo el balón, parecía que le faltaba esa pausa que tanto necesita para crear peligro. No es que haya jugado mal, pero tampoco fue el James que todos esperábamos ver.
Jhon Durán, por su lado, batalló como siempre lo hace, pero la pelota nunca le llegó en condiciones de hacer daño. Los centros no aparecieron, los pases filtrados fueron pocos, y cuando tuvo alguna chance, la defensa peruana estuvo bien parada para cortarle las opciones.
En el fondo, Camilo Vargas no tuvo mucho trabajo, lo cual puede ser bueno o malo dependiendo de cómo lo veas. Bueno porque Colombia no sufrió defensivamente, malo porque tampoco generó lo suficiente como para que el arquero rival tuviera que lucirse.
La Estrategia de Lorenzo: ¿Timonazo que no Funcionó?
Las Eliminatorias siguen siendo un karma para Lorenzo, quien dio timonazo que no sirvió. Esta frase resume perfectamente lo que muchos pensamos después del partido. El técnico argentino decidió hacer algunos cambios en la formación, apostando por jugadores que en teoría podían darle más dinamismo al equipo, pero la realidad es que el plan no funcionó.
Lorenzo optó por un esquema que sobre el papel se veía bien: darle libertad a James para crear, usar a Arias y Campaz por las bandas para generar desequilibrio, y tener a Durán como referencia en el área. Pero el fútbol no se juega sobre el papel, y lo que funcionó en otros partidos esta vez no dio resultado.
El problema tal vez no fue tanto la estrategia inicial, sino la falta de plan B. Cuando Colombia se dio cuenta de que el esquema original no estaba funcionando, las variantes que trajo Lorenzo no lograron cambiar la dinámica del partido. Los cambios llegaron tarde y sin la contundencia necesaria para quebrar a un Perú que se sintió cómodo defendiendo durante los 90 minutos.
Perú: El Rival que Nadie Esperaba
Hay que ser justos con Perú. Llegaron a Barranquilla sabiendo que matemáticamente todavía tienen chances de meterse en el repechaje, y jugaron como si se estuvieran jugando la vida. Jorge Fossati logró que su equipo fuera compacto, solidario y, sobre todo, que no se desesperara cuando Colombia intentaba presionar.
El encuentro marcó el debut oficial de César Inga y Erick Noriega, dos jugadores jóvenes que aprovecharon la oportunidad para mostrar que el fútbol peruano tiene recambio. Ese aire fresco tal vez fue lo que le dio a Perú esa frescura para plantarse en Barranquilla sin complejos.
Edison Flores, esa vieja conocida del fútbol sudamericano, fue el que más cerca estuvo de romper el empate. Su jugada en el segundo tiempo fue un recordatorio de que en el fútbol, el que menos esperas puede ser el que te complique la noche.
Las Consecuencias: Más Que Tres Puntos
Este empate no fue solo la pérdida de dos puntos. Fue un mensaje claro de que Colombia no puede darse el lujo de relajarse ni de pensar que tiene el boleto asegurado. Con 21 puntos, los cafeteros siguen en zona de clasificación directa, pero países como Venezuela están ahí nomás, esperando cualquier tropiezo para meterse en la pelea.
Una victoria de Venezuela lo pondría a tres puntos, y esa es una realidad que duele. Venezuela, que hace unos años era el hermano menor de CONMEBOL, ahora está ahí presionando y haciendo que todos los demás miren hacia atrás con preocupación.
Pero más allá de la tabla de posiciones, este empate dejó sensaciones que van más allá de los números. Quedó claro que Colombia necesita encontrar urgentemente su identidad de juego. No puede seguir dependiendo de partidos individuales o de momentos de inspiración. Necesita un plan claro, una forma de jugar reconocible, y sobre todo, esa confianza que se perdió en algún momento de estas Eliminatorias.
El Factor Psicológico: Cuando la Presión Pesa
Una de las cosas que más llamó la atención de este partido fue cómo se notó el peso de la presión. Colombia, que en otros momentos de las Eliminatorias mostró personalidad y carácter, se vio desdibujada, sin esa chispa que caracteriza al fútbol colombiano cuando está en su mejor momento.
Los jugadores parecían estar pensando más en no equivocarse que en hacer las cosas bien. Esa diferencia, que parece sutil, es enorme en el fútbol de alto nivel. Cuando un equipo juega no para perder en lugar de jugar para ganar, las cosas se vuelven más difíciles de lo que deberían ser.
La hinchada en el Metropolitano también se sintió decepcionada. Barranquilla siempre ha sido una plaza donde Colombia se siente cómoda, donde el calor de la Costa le da ese empujón extra que a veces marca la diferencia. Pero esta vez, ni siquiera el factor casa fue suficiente para despertar a un equipo que parecía estar jugando con el freno de mano puesto.
Lo Que Viene: El Partido Contra Argentina
Como si fuera poco, el próximo rival de Colombia es Argentina. Sí, esa Argentina de Messi que siempre complica, que siempre encuentra la manera de hacer daño y que llega con la moral alta después de golear a Brasil. Si Colombia no mejora drásticamente su nivel de juego, el partido contra los campeones del mundo puede ser muy complicado.
Lionel Messi is set to receive a huge squad bolster as four key Argentina players will be returning for the CONMEBOL World Cup Qualifier game against Colombia. Esto significa que la Albiceleste llegará con todo su arsenal disponible, y eso es una noticia que no tranquiliza para nada.
La realidad es that Colombia necesita una reacción inmediata. No puede darse el lujo de seguir sumando de a uno, porque las Eliminatorias sudamericanas son así de crueles: cuando menos te das cuenta, te quedas afuera de una Copa del Mundo.
Reflexiones Finales: Hora de Despertar
Este Colombia 0-0 Perú fue un partido que dejó más preguntas que respuestas. ¿Está Lorenzo encontrando la tecla correcta? ¿Los jugadores están al nivel que exigen las Eliminatorias? ¿Colombia tiene la mentalidad necesaria para clasificar directamente al Mundial?
Las respuestas a estas preguntas no las vamos a tener hasta que el equipo demuestre en cancha que puede salir de esta mala racha. Porque sí, cinco partidos sin ganar en Eliminatorias es una mala racha, no importa cómo lo queramos disfrazar.
Lo que sí es claro es que Colombia tiene el talento para clasificar al Mundial. Jugadores como James, Durán, Arias, Lerma y todos los demás han demostrado en sus clubes que tienen el nivel para competir contra cualquiera. El problema tal vez sea encontrar la manera de que todo ese talento individual se convierta en un equipo que funcione como tal.
La ventana de Eliminatorias todavía está abierta, pero no para siempre. Colombia tiene la oportunidad de demostrar que este empate contra Perú fue solo un mal día en la oficina, pero para eso necesita reaccionar ya. Los puntos que se perdieron en Barranquilla pueden ser muy costosos al final del proceso, y esa es una realidad que duele pero que hay que aceptar.
El fútbol colombiano merece estar en el Mundial 2026. La hinchada se lo merece, el país se lo merece, y los jugadores tienen la calidad para lograrlo. Pero merecer no es suficiente. Hay que salir a ganar, hay que encontrar esa garra que nos caracteriza, y hay que dejar de jugar como si tuviéramos miedo a perder.
Porque al final del día, en el fútbol no se trata de no perder. Se trata de ganar, y Colombia necesita recordar cómo se hace eso. Urgente.
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