¡Qué duro golpe, parceros! Nuestra Selección Colombia sufrió un revés inesperado en su camino al Mundial 2026 al caer 0-1 ante Bolivia en El Alto. Un partido para el olvido que nos deja con ese sabor amargo que hace rato no sentíamos con la tricolor.
La altura de La Paz (más de 3,600 metros) volvió a convertirse en ese enemigo silencioso que tantas veces nos ha complicado. Desde el arranque, se notó a nuestros jugadores incómodos, faltos de aire y sin esa precisión que los caracteriza cuando juegan al nivel del mar.
Bolivia, que necesitaba con urgencia sumar puntos para no quedarse rezagada en la tabla, planteó un partido inteligente. Se defendieron con orden y apostaron al contraataque, sabiendo que nuestros futbolistas irían sintiendo el desgaste con el correr de los minutos.
El gol boliviano llegó en el segundo tiempo, cuando ya se veía venir. Un balón largo, un error defensivo nuestro (esos que normalmente no cometemos), y el delantero local no perdonó dejando sin chances a Ospina. Luego del tanto, Lorenzo movió el banco buscando reacción, pero ni Luis Díaz ni James pudieron encontrar los espacios para generar peligro real.
Los minutos finales fueron de pura desesperación colombiana, con centros sin precisión y remates desviados. El pitazo final fue un alivio para los locales y una frustración para nosotros, que veníamos con la moral por las nubes tras las buenas actuaciones anteriores.
Esta derrota nos obliga a replantear algunas cosas, pero tampoco hay que dramatizar. Las eliminatorias son largas y sabemos que en la altura siempre es complicado. Lo importante será recuperarse en la próxima fecha y seguir sumando en casa, donde somos fuertes.
¿Qué opinan ustedes de este tropiezo? ¿Fue solo la altura o hay cosas que corregir en el equipo? ¿Sigue intacta su fe en la clasificación al Mundial? Cuéntennos en los comentarios.
¡Arriba Colombia! En las buenas y en las malas, siempre con la tricolor.
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